El claustro de Santa Maria de Vilabertran y la Schubertiada
Los Pirineos y el Mediterráneo han sido durante largos siglos testigos de la historia occidental. Los Pirineos albergan un rico tesoro en monumentos históricos de gran diversidad artística llegando a su explendor entre los siglos III y V dc. con la aparición de un estilo propio y singular, el Románico Catalán.
El Románico se encuentra singularmente representado en Cataluña mucho más que cualquier otro estilo arquitectónico, incluso mucho mas que el posterior Gótico tan frecuente en el resto de Europa. Tras la unión de los reinos de Catalunya y Aragón y la finalización de la reconquista, en Catalunya se construyeron numerosismos monasterios, ermitas y conventos en este estilo, producto del fervor arquitectónico instigado por príncipes y eclesiásticos siendo la orden benedictina la de mayor presencia.
La iglesia de Santa Maria de Vilabertran ocupa un lugar destacado dentro del conjunto de la arquitectura catalana, por el hecho de que representa un estadio muy claro del canvio de las formas constructivas entre los siglos XI y XII. El edificio puede enmarcarse dentro de los dominantes en el siglo XI, pero alguno de sus detalles como los pilares, con semicolumnas adosadas, anuncian ya formas própias de la arquitectura del siglo XII.
El conjunto monàstico presenta un interès excepcional dentro del contexto de la arquitectura medieval catalana, por como ha conservado perfectamente la disposición de sus dependencias en torno al claustro, construidas unitariamente entre los siglos XII y XIII, y su ampliación en los siglos XIV, con la capilla funerària de los Rocabertí, y durante el siglo XVIII con el flanco norte y un gran patio al sur del conjunto, que incluye otras dependèncias com el hostal, que estaban fuera del recinto de Clausura.
Tras la secularización de las iglesias parroquiales en 1592 Vilabertran se transformó en academia mundana y es destinada a diversas actividades. En 1794, por ejemplo, es tomada por los franceses y después de la guerra civil española (1936-39), es utilizada como cuartel.
Bajo el padrinazgo del obispo Cartanyà de Girona en 1945 se protege definitivamente el monasterio. Entre 1948-1955, se realizaron trabajos importantes de reparación supervisados por el arquitecto Pelagi Martinéz. En 1980 se restaura de nuevo, esta vez por el arquitecto Bebet Cervera.
El monasterio y el pueblo de Vilabertran bien valen por si solos una visita. Disfrutan del privilegio de la tranquilidad, el clima y la belleza auténtica del Empordà. Desde hace algunos años se organizan con admirable acierto un ciclo de conciertos dedicados a los amantes de Schubert.
La “Schubertiada” se efectúa cada año durante 5 fines de semana entre agosto y septiembre en la basílica del monasterio de Vilabertran. Obras y canciones (Leaders) del compositor vienés Franz Schubert son ofrecidas por intérpretes reconocidos en todo el mundo. La acústica de la iglesia conventual, la alta calidad interpretativa y el ambiente medieval del pueblo hacen de estas tardes músicales una experiencia interesantísima y seguro muy, muy agradable.
Si asistís a alguno de los recitales, no dejéis de visitar, antes o después, el monasterio o alguna de las exposiciones que se organizan simultáneamente en la “Schubertiada”.
Ayuntamiento: 
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17760 Vilabertran, Girona
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Web: www.vilabertran.com
