El valle del río Muga
Estamos tan orgullosos de nuestra costa, la Costa Brava, que a menudo nos olvidamos de los Pirineos y de otras áreas cercanas y encantadoras que valen también una visita. Deseamos hacer un esfuerzo para que nuestros lectores se familiaricen con estas otras zonas no tan conocidas, y en este caso, descubrir juntos uno de los paisajes más pintorescos de la región: el valle del río Muga y el pantano de, Darnius-Boadella.
El valle se encuentra apenas a media hora en coche de la costa. Los viajeros impacientes pueden llegar tomando la N-II en Figueres dirección La Junquera, y a pocos kilómetros antes de llegar, a la izquierda encontraremos el pueblo de Pont de Molins en donde comienza el valle del Muga. Otros prefereriréis llegar por la carretera secundaria que pasa por Garriguella y disfrutar así de una carretera de curvas amables y de un paisaje que podría parecerse al de la Toscana italiana.
El Muga y el bosque fresco nos harán olvidar rápidamente el calor del verano. Pueblos pequeños como Biure, Les Escaules y Boadella son dignos de visitar. El Muga invita a bañarse y el bosque a caminar. Recomendamos a nuestros lectores llevar un mapa local y descubrir la zona por uno mismo. Seguro valdrá la pena.
El clima, la vegetación y la fauna del valle del Muga
El clima del valle corresponde al clima mediterráneo típico: caluroso y/o húmedo (seco en verano, inviernos suaves, y lluvioso en otoño y primavera). Las temperaturas son bastante moderadas con una media anual de 17ºC. Las temperaturas medias en enero son de 13ºC, y el mes más caluroso, agosto, puede subir hasta los 30ºC. La precipitación es de 680 mm anuales. La Tramontana sopla sobre todo en invierno, y alrededor de 60/70 días al año.
Por lo general no suele nevar, y si lo hace, no cuaja por mucho tiempo. Asimismo, las granizadas, temidas por los agrivultores en épocas de plantación y cosecha, son también muy esporádicas. Durante el otoño, las precipitaciones hacen subir el caudal del río Muga, pero al contrario que en tiempos pasados, no hay peligro de desborde desde que aderezaron el curso río cuando construyeron, en 1969, el pantano de Darnius.
La vegetación es la típica mediterránea. El verde de los pinos cubre las montañas todo el año combinado además con robles, alcornoques, y todo el resto de bajo bosque (brezo, romero, jengibre, hiedra, etc). A lo largo del río Muga, multitud de árboles forman pequeños bosques tentando al visitante a buscar su sombra para descansar un rato.
Alternando campos y jardines, encontramos robles y majestuosos olivos verdes. Los olivos del “Carrer Sec” en Boadella son los más viejos y más altos de L’Alt Empordà. Y en otoño, encontramos una gran diversidad de setas entre el musgo de las montañas adyacentes.
La influencia del ser humano, con el tiempo, ha ido modificando la fauna de Boadella y sus alrededores. Las granjas más antiguas todavía tienen nombres de animales que ya hace tiempo que se extinguieron en la región, como por ejemplo “Cau del Llop” (agujero del lobo), o “El Corb” (cuervo). En las montañas, sin embargo, el jabalí sigue estando establecido, así como ardillas, conejos, liebres..
En la zona habita una gran variedad de pájaros y muchos patos salvajes, que a menudo juegan en los márgenes o dentro del Muga. En los jardines construyen los nidos y cantan (dependiendo de su habilidad y propensión) lechuzas, perdices, palomas, cucos, pájaros, así como el siempre alegre petirrojo.
La variedad de peces en la Muga nos da información sobre la calidad de un agua limpia y fresca. Abundan carpas y la población de truchas se regenera cada año. La pesca deportiva es permitida en grandes partes del valle; basta con un permiso básico (información en el restaurante de Boadella).
El valle del Muga y su historia
El año 844 Boadella (en aquella época “Buchatella”) perteneció al condado de Besalú y era propiedad del monasterio San Martín de las Escaules. Esta historia se incluye en un documento, que Karl el calvo dio a Adulf, primer abad reconocido del monasterio. En 977, el lugar pasó a llamarse Bozelego, y poco después Bodelego. A principios de 1115 los municipios del valle de Muga pasaron a pertenecer a la iglesia de Santa Cecilia de Terrades.
Un poco más tarde, en 1123, Ramón Berenguer III confió la región a los Condes de Empúries. Los varones de Boadella surgieron de una rama de la familia noble Vilamarí, y transformaron el castillo en un palacio gótico, mencionado por primera vez en 1321.
Hasta el siglo XVI, la familia Vilamari condujo el destino del valle y el de sus habitantes. A partir de entonces, se empezaron a suceder varios cambios de propietarios: Antic d’Almogaver, Albanell etc.
En el siglo XVII la población no sólo tenía que pagar con alimentos al Sr. Noel, propietario del castillo, sino también al monasterio de Sant Pere de Rodes.En 1691, Escaules se convierte en parte de Boadella.
Durante el s.XVIII el valle experimentó un auge económico. Los habitantes, liberados de la presión del feudalismo medieval, construyeron numerosas casas nuevas, que fueron pasadas a los herederos de las familias.
Durante la Guerra de los 30 años, Francia ocupó el valle, y la población huyó a las montañas para salvar la vida.
En la guerra de los carlistas, los habitantes del valle pasaron a apoyar a los liberales de Isabel II.
El período de la guerra civil (1936-1939) fue particularmente amargo para el valle, y la represión afectó en gran medida a los ciudadanos de los pueblos pequeños; se ejecutaron públicamente a nueve personas, todos ellos republicanos..
Tras la guerra civil, la paz regresó. Los habitantes volvieron a sus tradiciones rurales, que han perdurado hasta el día de hoy.
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